Hibernales

Bernal es el apellido de Elisa y de Eloy, los hermanos que componen este dueto barcelonés de factura inclasificable. No es fácil saber cuándo nace un proyecto musical. Menos aún si éste, como es su caso, bebe tan larga lactancia del seno de la misma familia. Posiblemente, como la música, el proyecto siempre estuvo ahí, invisible y a la espera, cociéndose a fuego lento sobre las llamas del Secret Name de Low, del The noise made by people de Broadcast, del Mi media naranja de Labradford, de tantos y tantos discos que ondeaban de habitación a habitación en la casa de sus padres. Con el tiempo, Elisa y Eloy han dejado el nido que les enseñó a volar; sin embargo, el hilo musical que tejieron entonces, vibra ahora más afinado y convulso que nunca, salpicando el aire con los secretos colores del amor que la vida en familia les sembró. Sucede en su primera obra «Un corazón con pelos«, que vio la luz en el sello Hi Jauh USB? y que reeditada con extras Fonográfica Ayora, subsello de El Genio Equivocado. En ella, nuestros Hibernales soplan ritmos y armonías dentro del poemario homónimo de Peru Saizprez, llenando los versos del poeta de un vapor narcotizante que nos zambulle, poros adentro, en las profundidades de nuestro propio corazón. A día de hoy, estoy seguro, los hermanos andan preparando nuevas canciones, tarareando melodías en las horas del trabajo, imaginando arreglos en los atascos de la ciudad y transformando la realidad cotidiana en jugoso alimento para nuestra imaginación. En 2017 nos llega el segundo asalto, «Tu casa, mi casa». El disco está grabado y mezclado en una habitación de invitados de un piso de la calle Olzinelles de Barcelona, donde Eloy Bernal (también en Neleonard, Gúdar…) ha creado, bajo la cama elevada en la que sueñan sus huéspedes, un huerto de sintetizadores, moduladores, amplificadores, pedales, cables, transformadores y micros. Sus catorce cortes se alimentan de un amor longevo y jugoso, caldeado a fuego lento en lugares poco comunes. Imágenes y recuerdos del pasado y arreglos y texturas del futuro son la escenografía y el texto que Eloy elabora para que la voz de Elisa se ponga en escena y nos abra la puerta a tu, mi, su, nuestra casa.  (texto de Javi G. Lerín)